Al poco tiempo, un acontecimiento vino a perturbar la marcha del curso. El nuevo rector, Vicente Cera Silva, moría repentinamente una noche al salir del comedor. El Cardenal nombró nuevo rector del Seminario Menor a Ignacio Moguer, mientras que a Miguel Artillo le concedió la cononjía de maestro de ceremonias de la Catedral.
Aquel año, al terminar el curso, el Cardenal decidió que Eliseo se incorporara al equipo de Pilas y continuara con la tarea de formador de profesores del Seminario Menor. La fusión y la amistad entre el equipo fue inmediata, de manera que el curso siguiente estaban todos ya en Pilas y formando un gran equipo.
El arzobispo de Madrid, Cardenal Enrique Tarancón, presidente de la Confederación Episcopal Española, se presentó en Pilas con el Cadenal Bueno Monreal, a visitar y comprobar in situ lo que algunas revistas y periódicos difundian por toda España.
En el desarrollo del curso escolar, en el estudio se era muy exigente, Antonio Rios, que era el director técnico de Estudios, no cedía un ápice en las exigencias de trabajo. La biblioteca del Seminario estaba al servicio del profesorado y de los propios alumnos. Por otro lado, las manualidades y trabajos artísticos lo dirigía Miguel Rastrojo con unos resultados sorprendentes. En la formación humana y espiritual, los formadores de cada curso y dos padres espirituales, Antonio Cabezas y Miguel Rastrojo, se encargaban de organizar charlas, conferencias, ejercicios espirituales, retiros y otras actividades coyunturales según lasa épocas del año.
Los antiguos alumnos aseguran que fue un privilegio haber pasado por alli. Y casi lo mismo dicen las personas que integraban el grupo de formadores y el claustro de profesores el Seminario Menor de Pilas.
En el desarrollo del curso escolar, en el estudio se era muy exigente, Antonio Rios, que era el director técnico de Estudios, no cedía un ápice en las exigencias de trabajo. La biblioteca del Seminario estaba al servicio del profesorado y de los propios alumnos. Por otro lado, las manualidades y trabajos artísticos lo dirigía Miguel Rastrojo con unos resultados sorprendentes. En la formación humana y espiritual, los formadores de cada curso y dos padres espirituales, Antonio Cabezas y Miguel Rastrojo, se encargaban de organizar charlas, conferencias, ejercicios espirituales, retiros y otras actividades coyunturales según lasa épocas del año.
Los antiguos alumnos aseguran que fue un privilegio haber pasado por alli. Y casi lo mismo dicen las personas que integraban el grupo de formadores y el claustro de profesores el Seminario Menor de Pilas.
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