TOMA TU CRUZ Y SIGUEME...

Como bien dice en el Boletín anual número 11 de la Hermandad de la Sangre de este año 2011, no estamos a las puertas de un nueva Cuaresma, sino dentro de ella. Podemos pensar que esta conmemoración se nos presenta como evento repetitivo, monótono, siempre igual..., pero no debe ser así.. Este tiempo debe servir para crecer como cristiano y reflexionar como creyente.

Si acudimos a las Sagradas Escrituras, fuente de donde debe beber todo cristiano, nos encontramos que el término Cuaresma, es sinónimo de cuarentena. En sus páginas hayamos lecturas y acontecimientos sagrados conocidos por todos, que nos ayudarán a desvelar el verdadero sentido de este tiempo.

Así cuarenta días duró el diluvio, cuarenta días permaneció Moisés en el Monte Sinaí, durante cuarenta años preregrinó el pueblo de Israel por el desierto buscando la Tierra Prometida, cuarenta días estuvo Jesús en el desierto ayunando y haciendo oración... Estas "cuaresmas" fueron motivo para llamar con este nombre a estos 40 dias de preparación, recogimiento y oración.

Los cristianos hoy, como hace veinte siglos, necesitamos convertirnos, cambiar la vida y no olvidar lo aprendido de nuestro maestro Jesús. Seguimos teniendo las mismas dudas, deseos y tendencias; por eso necesitamos de manera urgente, recuperar nuestra conciencia de discípulos de Jesucristo, recuperar nuestros valores cristianos y reflexionar sobre nuestra misión y labor aquí y ahora, de cada uno de nosotros.

Dejémonos invitar a la llamada del Santo Padre, Benedicto XVI, y acerquémosnos todos durante este tiempo, al sacramento de reconciliación, con disposición abierta y humilde sin barreras al perdón de Dios. Fomentemos el alimento de la Palabra y el Pan de vida y con el Cuerpo de Cristo tendremos la fuerza que necesitamos para crecer en comunidad.

Acerquémosnos en este tiempo de Cuaresma a María, para que desde sus ojos podamos mirar con ellos a Jesús, su hijo, y desde sus manos sintamos el amor misericordioso de nuestro Señor Jesucristo. Ese que con inmenso sufrimiento dio su vida por nosotros y resucitó para que un día, tambien podamos reunirnos junto a ËL y resucitar bajo el manto de la eternidad.

Ntro. Padre Jesús del Gran Poder de Huévar del Aljarafe.