Porque tu Hermandad lo ha querido aquí nos tiene Señora, postrados a tus pies estamos, comprometidos contigo como buenos Soleanos.
!Reina de nuestros corazones! Ayúdanos para no darte disgusto, para no defraudar a Ntra. Hermandad ni a nuestro pueblo. !Madre de la Soledad! Ruega por nosotros.
En primer lugar saludo a D. Antonio nuestro Párroco y Director Espiritual, al Sr. Alcalde, al Sr. Juez de Paz, representantes del Ayuntamiento, representantes de las Juntas de Gobierno de la Hdad. de la Sangre, Gran Poder, Rocío y Borriquita, a todos los hermanos y hermanas de Ntra. Hermandad y las personas restantes que nos honran con su presencia.
Tambien queremos dar las gracias a D. Antonio por su colaboración, al Excmo. Ayuntamiento de Huévar por la que nos presta durante todo el año y como no a todas las personas que con su voto han hecho posible que hoy nos encontremos en este acto para honra y gloria de Ntra. Madre, de su hijo yacente, y resucitado y del Dulce Nombre de Jesús.
En el último tramo de mi vida me he presentado a estas elecciones consciente de las dificultades que conlleva regir los destinos de Ntra. Hermandad, ya que para cualquier Soledaero, dar este paso no debe ser un tramite, sino un orgullo y una gran responsabilidad y lo he dado por dos razones, la primera porque mis padres, Luis y Carmela me trajeron al mundo y me criaron en el seno de una familia Soleana al cien por cien para que la quisiera y trabajara por ella con todas mis fuerzas.
La segunda, siempre he tenido esta ilusión no habiéndolo hecho antes por falta de tiempo, pero desde aquel fatídico 7 de Marzo de 2.008, y cuando se encontraba en el porche de la Iglesia y sus alrededores llenos de gente, yo estaba en las puertas de la Sacristía y jamás olvidaré la frase tan desafortunada que dijo uno de los bomberos cuando salía de la Iglesia despues de haber hecho su trabajo: "se habéis quedado sin la Soledad" en aquel momento se me desgarró el alma y rompí llorando como un niño.
Quiero recordar una vez más a Francisco Javier Hernández Reinoso y a Emilia Pardo Alvárez y darles las gracias, ya que si no hubiera sido por su colaboración el disgusto hubiera sido mucho mayor, sobre media hora más tarde salió Rafael Moreno, el Alcalde, y nos consoló diciendo que la Virgen se había salvado, que había sufrido mucho daño, pero que conservaba la cara.
Gracias a dios y a las manos restauradoras y como dice el grupo De Caramelo, la tenemos entre nosotros mucho mas guapa de lo que era.
Yo desde aquellos dias sentí muchos más deseos de ser Hermano Mayor y después de pedirle salud para poder desempeñar el cargo lo mejor posible, decidí presentar la candidatura con la ilusión de intentar que todos la queramos más e inculquemos a los más jóvenes nuestra fe para Alabanza y Gloria de su nombre.
Me parece oportuno recordar a aquellos Hermanos Mayores que yo he conocido, como fueron: Anselmo Bursón, José Trashorras, que aparte de lo que pudo aportarle a la Hermandad nos dejó de herencia a su hijo Pepe, un gran hermano, formal, responsable, trabajador, sin protagonismos, y que le ha proporcionado a Ntra. Hermandad cosas muy importantes, aunque no esté en nuestra junta todos deseamos que siga trabajando por la Virgen que tanto quería su padre. Le siguió José Reinoso (Menese) junto con Manuel Gil Romero (Manolo peluso), nombro a esta persona porque eran uña y carne, ellos dos hacían casi todas las cosas que en aquel tiempo desarrollaba la Hermandad, a ellos le siguieron José Fidalgo, José María Bustillo, Francisco Rosado, José de Segura y de nuevo Francisco Rosado Bejarano, todos ellos juntos con sus respectivas Juntas de Gobierno trabajaron para que no perdieramos la Fe en Ella, incrementaron su Patrimonio muy considerablemente y además también contribuyeron a aumentar la cultura y a mantener las constumbres y tradiciones de nuestro Pueblo, a todos debemos reconocérselo, agradecérselo y aplaudirselo.
Antes de continuar quisiera pedir disculpas por si las palabras que he dicho y de las que me quedan, olvido algún dato o el nombre de alguna persona.
La Junta de Gobierno que nos precede que nos precede estuvo compuesta por Carlos, Aniceto,Pepe,Rafael,Tomás,Manolo Luque,Manoli,Miguel Angel,Manuel,Franco,Francisco Antonio,Rubén,Ani,Luis Francisco y Alegría, ellos tuvieron que sufrir las consecuencias de aquel ingrato recuerdo que nos dejó el 7 de Marzo,teniéndo que afrontar los problemas que se presentaron y aunque tuvieron un gran respaldo trabajaron con una gran responsabilidad, dejándonos una enorme satisfacción en todas las gestiones que hicieron, especialmente en la procesión extraordinaria del 18 de Octubre, que nos dejó a todos un recuerdo inolvidable, yo me permito decirles que podéis estar muy orgullosos de la labor que habéis realizado y seguro que nuestra Madre os lo premiará. Que asi sea. Después de recordar los logros de los Hermanos Mayores y Junta de Gobierno que nos han precedido, me parece oportuno recordar el trabajo y la colaboración que prestan a lo largo del año personas que no pertenecen a la Junta y sin embargo se sienten tan responsables como si pertenecieran. Comienzo por los niños que desde pequeños empiezan a trabajar en los festivales infantiles ayudados como es natural por las monitoras y monitores, las personas que montan la iluminación, el sonido,las que trabajan en el bar, taquilla, montaje de escenario, cocina, los ticket en la casa hermandad, las que se llevan casi todo el año vendiendo papeletas, las que organizan, recogen los regalos y venden los boletos en la tómbola, los que trabajan para la organización y el buen desarrollo de la fiesta de la Caldereta, las que colaboran en la confección del Boletín Anual de la Hermandad, a los que hacen posible que se lleve a cabo el festival de adultos, con el que nos hacen pasar un rato muy agradable, a las personas que llevan bastantes años ocupándose del montaje de los pasos para la cofradía, a Manolito, el encargado del exorno floral de los pasos, a todas estas personas me consta, la hermandad les está muy agradecida, y yo en nombre de mi junta de gobierno, le pido a la Santísima Virgen les de fe a todas ellas, para que sigan aportando su apoyo y colaboración durante muchos años, a los platilleros, a las personas que salen en las pedidas, generales de puerta en puerta, a las mujeres que piden para las flores y las que adornan los arcos para las fiestas de Mayo, etc. No podíamos olvidar a nuestros costaleros, a los que la llevan sobre su cuello todos los años con fe, amor propio y sacrificio, algunos con más de veinte años y con la misma ilusión que empezaron el primer día, a sus capataces y contraguía, que los dirigen para que lleven a Nuestra Madre y a su Hijo Yacente, y desde sus trabajaderas dando a José Manuel Vargas Roldán, les rezan esta oración:
Dios de Salve Madre de la Soledad refugio y consuelo, acoge a tu Hijo y Hermano nuestro José Manuel, Madre del Señor y de cuanto en Ti confiamos y con Fe esperamos el reino de Dios.
También recordamos a los nazarenos y mantillas, sacrificados en su penitencia para dar mayor esplendor a la Cofradía.
Me ha parecido más oportuno dejar estas aportaciones para el final y es que todas las que lleguen a la Virgen y a la Hermandad, por muy insignificantes que sean, todos los que formamos parte de ella, debemos estar agradecidos pero para mí merecen especial mención un grupo de personas que están demostrando tener muchísima Fe, Amor, Paciencia, Dedicacion, Sacrificio, y mucho arte, todas estas cualidades están ofreciéndoselas a la Santísima Virgen y llevan más de once años, todos los días, de Lunes a Viernes, me estoy refiriendo a las bordadoras, que con su arte están consiguiendo que el ajuar de la que tanto queremos, cada día va siendo mayor y podemos comprobarlo visitándo nuestro salón de los enseres.
Yo desde aquellos dias sentí muchos más deseos de ser Hermano Mayor y después de pedirle salud para poder desempeñar el cargo lo mejor posible, decidí presentar la candidatura con la ilusión de intentar que todos la queramos más e inculquemos a los más jóvenes nuestra fe para Alabanza y Gloria de su nombre.
Me parece oportuno recordar a aquellos Hermanos Mayores que yo he conocido, como fueron: Anselmo Bursón, José Trashorras, que aparte de lo que pudo aportarle a la Hermandad nos dejó de herencia a su hijo Pepe, un gran hermano, formal, responsable, trabajador, sin protagonismos, y que le ha proporcionado a Ntra. Hermandad cosas muy importantes, aunque no esté en nuestra junta todos deseamos que siga trabajando por la Virgen que tanto quería su padre. Le siguió José Reinoso (Menese) junto con Manuel Gil Romero (Manolo peluso), nombro a esta persona porque eran uña y carne, ellos dos hacían casi todas las cosas que en aquel tiempo desarrollaba la Hermandad, a ellos le siguieron José Fidalgo, José María Bustillo, Francisco Rosado, José de Segura y de nuevo Francisco Rosado Bejarano, todos ellos juntos con sus respectivas Juntas de Gobierno trabajaron para que no perdieramos la Fe en Ella, incrementaron su Patrimonio muy considerablemente y además también contribuyeron a aumentar la cultura y a mantener las constumbres y tradiciones de nuestro Pueblo, a todos debemos reconocérselo, agradecérselo y aplaudirselo.
Antes de continuar quisiera pedir disculpas por si las palabras que he dicho y de las que me quedan, olvido algún dato o el nombre de alguna persona.
La Junta de Gobierno que nos precede que nos precede estuvo compuesta por Carlos, Aniceto,Pepe,Rafael,Tomás,Manolo Luque,Manoli,Miguel Angel,Manuel,Franco,Francisco Antonio,Rubén,Ani,Luis Francisco y Alegría, ellos tuvieron que sufrir las consecuencias de aquel ingrato recuerdo que nos dejó el 7 de Marzo,teniéndo que afrontar los problemas que se presentaron y aunque tuvieron un gran respaldo trabajaron con una gran responsabilidad, dejándonos una enorme satisfacción en todas las gestiones que hicieron, especialmente en la procesión extraordinaria del 18 de Octubre, que nos dejó a todos un recuerdo inolvidable, yo me permito decirles que podéis estar muy orgullosos de la labor que habéis realizado y seguro que nuestra Madre os lo premiará. Que asi sea. Después de recordar los logros de los Hermanos Mayores y Junta de Gobierno que nos han precedido, me parece oportuno recordar el trabajo y la colaboración que prestan a lo largo del año personas que no pertenecen a la Junta y sin embargo se sienten tan responsables como si pertenecieran. Comienzo por los niños que desde pequeños empiezan a trabajar en los festivales infantiles ayudados como es natural por las monitoras y monitores, las personas que montan la iluminación, el sonido,las que trabajan en el bar, taquilla, montaje de escenario, cocina, los ticket en la casa hermandad, las que se llevan casi todo el año vendiendo papeletas, las que organizan, recogen los regalos y venden los boletos en la tómbola, los que trabajan para la organización y el buen desarrollo de la fiesta de la Caldereta, las que colaboran en la confección del Boletín Anual de la Hermandad, a los que hacen posible que se lleve a cabo el festival de adultos, con el que nos hacen pasar un rato muy agradable, a las personas que llevan bastantes años ocupándose del montaje de los pasos para la cofradía, a Manolito, el encargado del exorno floral de los pasos, a todas estas personas me consta, la hermandad les está muy agradecida, y yo en nombre de mi junta de gobierno, le pido a la Santísima Virgen les de fe a todas ellas, para que sigan aportando su apoyo y colaboración durante muchos años, a los platilleros, a las personas que salen en las pedidas, generales de puerta en puerta, a las mujeres que piden para las flores y las que adornan los arcos para las fiestas de Mayo, etc. No podíamos olvidar a nuestros costaleros, a los que la llevan sobre su cuello todos los años con fe, amor propio y sacrificio, algunos con más de veinte años y con la misma ilusión que empezaron el primer día, a sus capataces y contraguía, que los dirigen para que lleven a Nuestra Madre y a su Hijo Yacente, y desde sus trabajaderas dando a José Manuel Vargas Roldán, les rezan esta oración:
Dios de Salve Madre de la Soledad refugio y consuelo, acoge a tu Hijo y Hermano nuestro José Manuel, Madre del Señor y de cuanto en Ti confiamos y con Fe esperamos el reino de Dios.
También recordamos a los nazarenos y mantillas, sacrificados en su penitencia para dar mayor esplendor a la Cofradía.
Me ha parecido más oportuno dejar estas aportaciones para el final y es que todas las que lleguen a la Virgen y a la Hermandad, por muy insignificantes que sean, todos los que formamos parte de ella, debemos estar agradecidos pero para mí merecen especial mención un grupo de personas que están demostrando tener muchísima Fe, Amor, Paciencia, Dedicacion, Sacrificio, y mucho arte, todas estas cualidades están ofreciéndoselas a la Santísima Virgen y llevan más de once años, todos los días, de Lunes a Viernes, me estoy refiriendo a las bordadoras, que con su arte están consiguiendo que el ajuar de la que tanto queremos, cada día va siendo mayor y podemos comprobarlo visitándo nuestro salón de los enseres.
Me contaba alguna de ellas un sueño de niñas que más o menos decía asi: ¡Ay Madre! Si yo pudiera tu manto negro bordar pero mis manos son pobres y tengo poquita edad, sólo un milagro del Cielo se pudiera realizar, por ver mi sueño dormido convertirse en realidad. Pero pasaron los años, ya mi niñez quedó atrás, y esa ilusión tan grande, pasó a ser una realidad. Por el amor que te tengo Madre de la Soledad, once años de sacrificio, de trabajo y de pesar, ahora están llenos de gozo, todo por mi Soledad.
Yo además de las merecidas alabanzas que les he dedicado, creo que se merecen un reconocimiento un poco mayor.
A todas estas personas que he nombrado y que tanto ayudan a Nuestra Hermandad, vaya desde aquí nuestra más sincera felicitación, y le pedimos a la Santísima Virgen, les premien por todos los esfuerzos que hacen por ella.
Yo le pido a todas ellas y a toda la Hermandad, que nos ayuden, que tenemos muchas cosas que hacer, aprovecho para decirles, que queremos un Hermandad abierta a todos, en la que nadie se sienta extraño y cuando tengamos que hacer algo, que se ofrezcan sin cortedad y sin esperar a que tengamos que invitarlos.
Antes de continuar quisiera pedirles a todos una reflexión: como Iglesia que somos y ante la crisis de valores religiosos, morales y económicos estamos viviendo que la Fe católica se está debilitanto, se ven menos personas practicantes, familias destruidas por separaciones, divorcios, niños sufriendo estas consecuencias, todos debemos poner un poco de nuestra parte y ayudar en lo posible para que esta situación vaya mejorando, y en cuanto a la crisis económica que ha provocado que muchas personas están pasando verdadera necesidad, debemos ser conscientes de ello y ayudarles en lo que podamos, no solo a nivel de Hermanada sino particular, pidámosle a Nuestra Madre, para que ponga su mano y puedan salir adelante poco a poco.
Tengamos también un apartado para todos los enfermos, especialmente para aquellos que se encuentren impedidos y no puedem vemir a verla a su capilla, Virgen Santa, Protectora y Madre Nuestra, derrama tu gracia sobre todos ellos y alivialos en el dolor y en la enfermedad.
También quiero decir algo sobre la convivencia con las Hermandades de Nuestro Pueblo. Son bastantes las localidades de nuestro entorno, donde existen en unas más y en otras menos, rivalidad entre Hermandades, en la nuestra, por supuesto también las hay. Yo me voy a permitir opinar sobre las nuestras, una rivalidad sana, sin maldad, procurando cada uno que la suya sea la mejor, quizás sea hasta bonito, pero sin caer en la indiferencia, de no asistir a los actos que haga la otra, de tirarse indirectas, discusiones, dejar de hablarse, ahí no debemos llegar ninguno, no olvidemos que por las dimensiones de nuestro pueblo, somos una gran familia, y como tal debemos de convivir, tolerando, sobrellevando y compartiendo los unos con los otros, pidámosle a nuestros titulares para que nos ayuden a conseguirlo.
No podemos dejar de pasar este acto sin tener un recuerdo para nuestros antepasados, nuestros familiares, nuestros seres queridos, para todos la que la quisieron, los que creyeron en Ella, para todos los hijos y vecinos de nuestro pueblo que desde su Gloria estarán aplaudiendo el paso que hemos dado para que no perdamos la Fe en Ella, para que la adoremos, la realcemos, y la engrandezcamos cada día más. ¡Madre Mía! protégelos a todos bajo tu manto celestial.
Al encontrarnos en la vísperas de la Navidad de su Hijo, tiempo de Paz y Alegría, les pedimos a todos, que olvidemos las posibles rencillas y rencores que podamos tener y desde aquí le mandamos un abrazo para todos y para todas la advocaciones como gesto de unión y para darles satisfacción y alegría a la Santísima Virgen que no quiere ver a sus hijos divididos.
Quisiera que me permitiérais mandarles un abrazo a mis padres, a mi hermano, a mis tíos y tías, a toda mi familia y a todas las soledaeras y soledaeros que me estarán viendo desde el Cielo.
Antes de terminar, quisiera que nos tuviérais en cuenta que como en cualquier faceta de la vida estamos expuestos a cometer errores y desaciertos en la decisiones que tengamos que tomar, y cuando estos se produzcan sepáis entenderlo y disculparlo.
Y de ti Reina y Señora, que voy a decir de Ti, si eres como un clavel en el mes de Abril, esa mirada serena, ese hoyo en la barbilla, esa carita morena, si eres una maravilla, por eso y por mucho más, nos sentimos orgullosos.
¿ Es que hay alguien que de más o tenga algo más hermoso?
Y por último en nombre de mi Junta de Gobierno y en el mío propio, permitidme que le diga desde lo más hondo de mi alma, ¡Madre de la Soledad! Habrá Reinas Guapas en el Cielo pero como Tú ¡NINGUNA!
Yo además de las merecidas alabanzas que les he dedicado, creo que se merecen un reconocimiento un poco mayor.
A todas estas personas que he nombrado y que tanto ayudan a Nuestra Hermandad, vaya desde aquí nuestra más sincera felicitación, y le pedimos a la Santísima Virgen, les premien por todos los esfuerzos que hacen por ella.
Yo le pido a todas ellas y a toda la Hermandad, que nos ayuden, que tenemos muchas cosas que hacer, aprovecho para decirles, que queremos un Hermandad abierta a todos, en la que nadie se sienta extraño y cuando tengamos que hacer algo, que se ofrezcan sin cortedad y sin esperar a que tengamos que invitarlos.
Antes de continuar quisiera pedirles a todos una reflexión: como Iglesia que somos y ante la crisis de valores religiosos, morales y económicos estamos viviendo que la Fe católica se está debilitanto, se ven menos personas practicantes, familias destruidas por separaciones, divorcios, niños sufriendo estas consecuencias, todos debemos poner un poco de nuestra parte y ayudar en lo posible para que esta situación vaya mejorando, y en cuanto a la crisis económica que ha provocado que muchas personas están pasando verdadera necesidad, debemos ser conscientes de ello y ayudarles en lo que podamos, no solo a nivel de Hermanada sino particular, pidámosle a Nuestra Madre, para que ponga su mano y puedan salir adelante poco a poco.
Tengamos también un apartado para todos los enfermos, especialmente para aquellos que se encuentren impedidos y no puedem vemir a verla a su capilla, Virgen Santa, Protectora y Madre Nuestra, derrama tu gracia sobre todos ellos y alivialos en el dolor y en la enfermedad.
También quiero decir algo sobre la convivencia con las Hermandades de Nuestro Pueblo. Son bastantes las localidades de nuestro entorno, donde existen en unas más y en otras menos, rivalidad entre Hermandades, en la nuestra, por supuesto también las hay. Yo me voy a permitir opinar sobre las nuestras, una rivalidad sana, sin maldad, procurando cada uno que la suya sea la mejor, quizás sea hasta bonito, pero sin caer en la indiferencia, de no asistir a los actos que haga la otra, de tirarse indirectas, discusiones, dejar de hablarse, ahí no debemos llegar ninguno, no olvidemos que por las dimensiones de nuestro pueblo, somos una gran familia, y como tal debemos de convivir, tolerando, sobrellevando y compartiendo los unos con los otros, pidámosle a nuestros titulares para que nos ayuden a conseguirlo.
No podemos dejar de pasar este acto sin tener un recuerdo para nuestros antepasados, nuestros familiares, nuestros seres queridos, para todos la que la quisieron, los que creyeron en Ella, para todos los hijos y vecinos de nuestro pueblo que desde su Gloria estarán aplaudiendo el paso que hemos dado para que no perdamos la Fe en Ella, para que la adoremos, la realcemos, y la engrandezcamos cada día más. ¡Madre Mía! protégelos a todos bajo tu manto celestial.
Al encontrarnos en la vísperas de la Navidad de su Hijo, tiempo de Paz y Alegría, les pedimos a todos, que olvidemos las posibles rencillas y rencores que podamos tener y desde aquí le mandamos un abrazo para todos y para todas la advocaciones como gesto de unión y para darles satisfacción y alegría a la Santísima Virgen que no quiere ver a sus hijos divididos.
Quisiera que me permitiérais mandarles un abrazo a mis padres, a mi hermano, a mis tíos y tías, a toda mi familia y a todas las soledaeras y soledaeros que me estarán viendo desde el Cielo.
Antes de terminar, quisiera que nos tuviérais en cuenta que como en cualquier faceta de la vida estamos expuestos a cometer errores y desaciertos en la decisiones que tengamos que tomar, y cuando estos se produzcan sepáis entenderlo y disculparlo.
Y de ti Reina y Señora, que voy a decir de Ti, si eres como un clavel en el mes de Abril, esa mirada serena, ese hoyo en la barbilla, esa carita morena, si eres una maravilla, por eso y por mucho más, nos sentimos orgullosos.
¿ Es que hay alguien que de más o tenga algo más hermoso?
Y por último en nombre de mi Junta de Gobierno y en el mío propio, permitidme que le diga desde lo más hondo de mi alma, ¡Madre de la Soledad! Habrá Reinas Guapas en el Cielo pero como Tú ¡NINGUNA!
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