Hace pocas horas que la luz de la mañana, atravesó los cristales de mi ventana, luz que tiene hoy unos destellos especiales y que dan tintes de vida a Huévar del Aljarafe, y el sol que ya está en lo más alto, deslumbra con su claridad las paredes encaladas de mi pueblo, esas calles que dentro de poco llevarán un rumor de salves, de cantes y rezos a las puertas de la Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción, de donde saldrá otro año más, el Simpecado de nuestra Bendita Madre del Rocío, y dónde la Carreta esperará en las afueras que el venerado Simpecado sea colocado en ella, empezando de esta forma ese camino soñado entre pinos y arenas para buscar a la Blanca Paloma y a su divino niño.
Nada ni nadie, es capaz de contener las lágrimas ni las expresiones de amor y cariño, porque Huévar sabe de sobra que el milagro añorado durante todo el año se volverá a repetir y que gracias a "ELLA" estaremos nuevamente dispuestos a disfrutar de un camino, que no es más que el preludio o antesala de lo que sucederá ese Lunes de Pentecostés, cuando la Virgen Bendita del Rocío, inunde de amor mariano el rincón marismeño dónde Huévar tiene su casa y entre oraciones y plegarias, poco a poco se acercará para llenarnos de gracia, y para colmarnos de dones y también de esperanza, y si algún día señora, al buscarme no estuviera, mi corazón volará para gritarte en silencio "que no se pierda Dios mío, este divino momento", y
que sean mis hijos señora quienes te griten con fuerza entre el clamor del gentío "ya la veo, ya se acerca, Papá, Mamá, que ya está aquí que es la Virgen del Rocío".
¿Por qué lloran mis ojos cuándo te tengo delante?
¿Por qué este olor a romero, cuando a ti vengo a postrarme?
¿Por qué tiembla mi voz, cuando te nombre en mi cante?
¿Por qué siento frio al verte y necesito arroparme?
Y hoy es el día, ya llegó la hora, ya iniciamos el camino, ese camino que nos acerca hasta la Aldea, entre pinos, amapolas, romero y lavanda y ya recorremos el pueblo, la salida ya en el puente, cruzar el pueblo vecino de Pilas, la llegada a Villamanrique, al rondar el mediodía, momento tan esperado por todos los rocieros de Huévar... Ya se divisa la Torre, ya se oyen las campanas, vamos entrando en las calles, vamos llegando a su plaza, venga al cielo esos cohetes, vamos cogiendo las varas y las campanas que repiquen, que un año más, mi pueblo está entrando en Villamanrique.
La gente se va yo me vuelvo, no se que es el camino, ni la Raya, ni cruzar el Puente del Ajolí, llego a mi casa después de ver a mi Hermandad en Villamanrique y miro a mi niño con casi 17 dias, y sueño que estoy a los pies de la Señora, pidiéndole tantas y tantas cosas a la Virgen, que la mayoría de ellas a veces hasta se me olvidan, porque me embeleso con sólo mirarla a la cara. Ya es hora de darle gracias por todo lo bueno que me pasó en el año. No se lo que es el Rocío, !Yo quiero pisar las arenas! entre la Jara y el Romero para poder decirte desde cerca "Rocío cuánto te quiero".
Levántate Amalia que están tocando a diana ve preparando a tú hermano que se acerca la mañana que os espera el pastorcito con quien jugais todo el año, ponte el vestío de volantes que tu abuela Antonia te ha hecho con tanto cariño y esmero y las flores en el pelo que quiero veros delante al lado del carretero, cuelgate la medalla que guarda tu cabecera y dale grasa a los botos que se acabó el tiempo de espera, que ya llegó tú día soñado marcado en el calendario y por el que tanto has preguntao, ya no tendrás que contar para saber cuánto falta pa el camino, pues cuando suenen los cohetes y estén repicando las campanas, es señal inequívoca de un nuevo Rocío, anuncio de una nueva mañana.
Y Huévar caminará despacio, al son del tamborilero, con suspiros de carretero y con la gran alegría de saber que vamos a su encuentro.
Andaremos sin prisas, sólo pendiente del reloj de arena y olvidando a la vez el tiempo.
El rociero de Huévar lo lleva todo, no le falta de nada, y si algo se le olvidara ¿qué más dà?, con lo que llevamos nos tenemos que apañar...
Paco, mi sobrino con casi cuatro años, ya es un buen rociero, porque el camino evoca, enseña, invita, habla y ensueña, y el autentico rociero sabe recoger el mensaje divino y lo encarna fehacientemente en su quehacer diario, transformándose en Profeta, siendo testigo e imagen del Evangelio vivo, que debe asumir y asume, hasta hacerlo razón de su forma de vida y fin último de su existencia.
Hoy iniciamos un camino por veredas y pinos para buscar una verdad, la verdad de una gran señora, Señora y Blanca Paloma, que bajo de los cielos y en la marisma está esperando que llegue Huévar, tú Hermandad, a la que tu creaste en el año 54 para adorar tu belleza sin igual, y venerar tu nombre Rocío, aunque ya no sean los mismos caminos, ni las mismas gentes, pero el amor y la Fe en ti, siguen siendo la de siempre.
Y después de recitar parte del Pregón rociero de mi hermana Amalia termino con la intervención de mi sobrina Amalia.
"Yo soy rociera hasta la muerte y me encanta el Rocío. Yo soy rociera por la gracia y la esperanza que me llevaron mis padres por primera vez con dos años y me gustaría que todos los niños fueran con sus padres y madres porque no cansa, y me sale del Alma decir !Viva la Virgen del Rocío y Viva su Hermandad de Huévar del Aljarafe!
No hay comentarios:
Publicar un comentario