Muy pronto se van a cumplir dos años de esa nefasta noche de sábado. Te habías reunido con tus amistades. Tus padres habían salido tambien, pero cuándo llegó la hora en que acostumbrabas a llegar a casa, tu madre te llamó y no acudiste a la llamada. Tus padres se preocuparon y corrieron a casa para ver si encontraban alguna señal tuya de que habías llegado. Sin embargo, tú sí había llegado, pero el asesino estaba al acecho. Un medio novio tuyo, que ya no lo era, te reclamó. Estaba en una esquina próxima a tu casa y tú quisiste zanjar ya, de una vez por todas, las cuestiones que tuvierais pendientes. El caso es que, a los 17 años, te arrancaron la vida de cuajo, de una horrible forma. Sólo Dios sabe lo que tuviste que sufrir, las vejaciones que te hicieron padecer antes de propinarte el golpe o la puñalada fatal.
El individuo te llevó a su casa. sólo Dios sabe si a rastras, y allí consumó el crimen. Después sólo él, su hermano y sus amigos, que le ayudaron supuestamente a transportar tu cuerpo, saben lo que hicieron de él y, desde entonces llevan todo este tiempo mofándose de la Justicia, de tus amigos y de toda Sevilla y, lo que es más grave, de tus padres.
El día 24 de enero, precisamente en el segundo aniversario de tu desaparición el juicio de Miguel Carcaño. De nuevo tus padres y demás familia revivirán el calvario que comenzó aquel nefasto día, lleno de zozobras al ver que transcurrían los días, los meses, y tú sigues sin aparecer y poderte dar sepultura y tener un lugar donde ir a llorarte y recordarte.
En los días que durará el juicio, sólo deseo que se pueda hacer Justicia, que ese horrible crimen no quede impune y que se cumplan íntegramente las penas que el juez imponga y que de una vez confiesen que hicieron con tu cuerpo.
A los padres, amigos y familiares de Marta todo mi cariño y mi ánimo al final se hará Justicia y pagarán con la carcel el daño tan irreparable que cometieron hace ahora dos años.
El día 24 de enero, precisamente en el segundo aniversario de tu desaparición el juicio de Miguel Carcaño. De nuevo tus padres y demás familia revivirán el calvario que comenzó aquel nefasto día, lleno de zozobras al ver que transcurrían los días, los meses, y tú sigues sin aparecer y poderte dar sepultura y tener un lugar donde ir a llorarte y recordarte.
En los días que durará el juicio, sólo deseo que se pueda hacer Justicia, que ese horrible crimen no quede impune y que se cumplan íntegramente las penas que el juez imponga y que de una vez confiesen que hicieron con tu cuerpo.
A los padres, amigos y familiares de Marta todo mi cariño y mi ánimo al final se hará Justicia y pagarán con la carcel el daño tan irreparable que cometieron hace ahora dos años.
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